Descripción
Las plantas de aire prácticamente sobreviven solas, con un poco de agua en difusor a penas necesita cuidados. Dada esta facilidad de cuidado se nos ocurrió crear macetas de diferentes materiales y formas que se ajustasen a cada una de las plantas y sus peculiaridades en el tipo de hoja, su caída o la forma de crecimiento.
Según cuenta la leyenda del clavel del aire, en tiempos de conquista un oficial hispano se había enamorado de la hija de un cacique llamada Shullca, quien lo rechazaba cada vez que él se acercaba a confesarle su amor. Despechado, el oficial comenzó a perseguirla y una tarde la encontró paseando sola y se acercó sigilosamente, pero ella al verlo empezó a correr y se topó con un árbol de algarrobo y el abismo.
La joven se subió al árbol y cuando él llegó le pidió que bajara y que no tema que la respetaría. Shullca pensando que el joven español no cumpliría con su palabra, decidió subir hasta las últimas ramas y allí empezó a mecerse con el viento de la tarde.
Entonces, el hombre trepó, sacó un puñal y la amenazó. Como no pudo conseguir lo que él quería, le arrojó el puñal, el cual quedó clavado en el corazón de Shullca, quien cayó como una paloma al abismo. Tras ella se fue el oficial.
Una gota de sangre de Shullca salpicó el tronco del árbol y allí surgió el primer clavel del aire.
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